Cuando muchas veces las palabras sobran y los momentos vividos no tienen precio.

Después de tantos años en esta profesión y después de asistir a muchas firmas de Escritura Pública ante Notario, hoy me ha tocado vivir una situación hermosa y emotiva. Ver por un lado a nuestros clientes vendedores contentos de vender su vivienda, aunque con algunos sentimientos encontrados, ya que esa casa, era la casa de la playa, donde habían pasado hasta ahora muchos momentos en familia y por otro lado unos clientes compradores radiantes e inmensamente felices de estar firmando su compraventa en España. Ella lloraba de felicidad, era tanta su alegría y emoción que su marido procurando mantener el tipo, estaba a punto de llorar junto a su mujer. Creo que le costó un gran esfuerzo no hacerlo. Ver la cara de ambos, cuando el Sr Notario les dijo enhorabuena ya tenéis una casa en España fue realmente un poema. Y es aquí cuando he realizado lo mucho que puedes en esta profesión como en muchas otras, cooperar directa o indirectamente a que gente como tú o como yo, tengan un momento tan grande de felicidad como el de esta mañana. Momentos como este, no tienen precio, gracias, gracias, gracias.