María Elena Tapia Millán,Mariana Valenzuela y Alejandra Salinas Tapia Agentes Inmobiliarios y Propietarias de J&M Costa Blanca Spanish Properties Centro de Negocios Inmobiliarios, dedicadas por completo al Asesoramiento Inmobiliario, afincadas en Torrevieja desde el año 2001. Mienbros de la Asociación Inmobiliaria MLS ASIVEGA.
sábado, 15 de junio de 2024
HISTORIA DE TORREVIEJA
Historia
Torrevieja
Mientras que la mayoría de los pueblos empiezan a asentarse en fértiles valles o montañas, en las proximidades de los ríos o de puertos, Torrevieja tiene su razón de ser gracias a las dos lagunas saladas y a la torre de la que tomó su nombre.
En 1320 se reconstruye la Torre de la Mata, llamada entonces Turris de las Salinas de la Mata, bajo el reinado de don Jaime II. Esta es levantada sobre las ruinas de otra existente, probablemente de procedencia romana. En esta misma época, se reconstruye la Torre de Cabo Serven o Cabo Cervera, conocida popularmente por Torre del Moro.
La finalidad de estas torres era servir de resguardo a un destacamento que vigilaba la costa en prevención de posibles ataques de corsarios o de piratas berberiscos.
Con el objeto de disminuir la concentración de sal de la laguna denominada entonces de Orihuela (hoy de Torrevieja) el rey de Aragón, don Fernando el Católico en 1482, ordenó construir un canal de comunicación de la laguna con el mar. Este canal o acequia es el conocido en Torrevieja como el "Acequión".
Playa del Cura
En 1767 el botánico Antonio Cavanilles, en su estudio geográfico del Reino de Valencia, se encuentra lo que pudiera ser el primer documento escrito de la existencia de Torrevieja como asentamiento urbano. El documento dice así: "contiguo al Cabo Cervera, mirando al sudoeste, se ha ido formando una población llamada Torre-Vieja, donde veinticinco años hace, había tres familias, y actualmente (1792) 106 familias ocupadas casi todas en las varias faenas de las salinas que vamos a describir".
En 1772 como desde hacía varios años la laguna denominada de Guardamar, (actualmente de la Mata) se dedicaba a la extracción de sal, concentró en sus alrededores un pequeño núcleo de población formado por los jornaleros de las mencionadas Salinas y los soldados de la Torre. La atención religiosa a estos habitantes permitió la construcción de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario.
Debido a la excelente calidad de la sal que apareció en la laguna de Orihuela (Torrevieja), en 1776, se empieza a hacer embarques de este producto por la Torre-Viexa o Torrevigía, que era el punto más próximo a las Salinas y que mejores condiciones naturales reunía.
En 1777 se inician las obras de un pequeño embarcadero en las inmediaciones de la Torrevieja y un depósito de Sales (Eras de la Sal). Se decreta, por orden real, la delimitación de un término municipal propio, por segregación de Orihuela. La población existente en aquellos momentos era de aproximadamente 400 habitantes.
La población en Torrevieja en el año 1789 superaba los 500 habitantes y se hizo necesaria la construcción de una ermita. Carlos IV autorizó la construcción de la misma que, subsidiaria de la parroquia de la Mata y provista de un vicario, fue consagrada el 21 de mayo por el obispo de Orihuela, don José Tormo.
En 1802 por real orden de Carlos IV, se trasladan las oficinas de Salinas de la Mata a Torrevieja. Poco tiempo después, se aprueba la confección de un plano de construcción del pueblo junto al existente, cuando de hecho el número de habitantes era, aproximadamente, de 1.500.
En 1805 se construye el primer muelle comercial de Torrevieja, lográndose, de esta forma, embarcar los productos de la huerta de la Vega Baja con destino a distintos puntos del litoral español. El nombre de dicho muelle era Mínguez, siendo también conocido como del Turbio.
Don Manuel Godoy, ministro del rey Carlos IV, en 1806, debido al movimiento marítimo que existía en la población mandó construir una aduana en Torrevieja.
Se empieza a construir el templo de la Inmaculada Concepción, como consecuencia de que el obispo de Orihuela ordenara que la parroquia se trasladara a Torrevieja y la iglesia de la Mata se quedara con la vicaría de ésta.
En 1810 debido a una epidemia de fiebre amarilla que se declaró en Cartagena, los 30 diputados de Levante y sus familias tuvieron que suspender su viaje desde esta ciudad hasta Cádiz, donde debían asistir a las Cortes, teniendo que refugiarse en Torrevieja durante 27 días.
Los terremotos de 21 de marzo y 18 de abril de 1829, asolaron por completo la ciudad. Fernando VII mandó reconstruir Torrevieja con arreglo a los planos trazados por el ingeniero don José Agustín de Larramendi.
En 1867 se funda el Casino Numancia que pasaría a ser, en 1882, la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja. Ese año, se inaugura la línea de ferrocarril de la Compañía de Andaluces Alicante-Murcia, de la que depende el ramal de Torrevieja-Albatera, con asistencia al acto del jefe de Gobierno, don Antonio Cánovas del Castillo.
En 1898 como consecuencia de un plan de modernización de las Salinas, se construye un tendido de ferrocarril desde el ramal Torrevieja-Albatera hasta las Salinas y otro tendido, de vía estrecha, desde estas al embarcadero. Este segundo aspecto supuso la eliminación del transporte de la sal por medio de carros.
En 1931 por su reciente desarrollo en la agricultura, industria y comercio, S.M.D. Alfonso XIII, concede a Torrevieja, por Real Decreto Nº571, el título de Ciudad.
Incendio de la IglesiaDebido a una revuelta política de las varias que se produjeron en 1936, es incendiada la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción. El incendio fue total, y sólo quedaron en pie, los muros.
En 1937 el Ministerio de Hacienda rescinde el contrato de arrendamiento de las Salinas a la empresa Unión Salinera Española, que pasan a depender de la Dirección General de Propiedades y Contribución Territorial, correspondiendo a la supresión al alcalde de Torrevieja, asistido por los Sindicatos, y al Gobernador Civil de Alicante.
Desde el 26 de septiembre al 9 de diciembre de 1939 el torrevejense don Joaquín Chapaprieta Torregrosa fue presidente del gobierno de la II República.
En 1952 la nueva modernización de las Salinas, supuso la construcción por parte del Estado del dique de Poniente y del Muelle de la Sal. Las obras finalizaron en 1958.
En 1953 se publica una orden del Ministerio de Hacienda, en la que se dispone que zonas de terreno perteneciente a los términos municipales de Almoradí, Guardamar del Segura, Rojales y Orihuela, se agreguen al término municipal de Torrevieja.
El Ayuntamiento de Torrevieja, en 1997, presidido por su alcalde don Pedro Hernández Mateo, suscribe en la Dirección General de Patrimonio del Estado, la escritura por la que el municipio de Torrevieja pasa a ser propietario de las históricas Eras de la Sal.
En 1999 Torrevieja es nombrada cabeza del Partido Judicial nº13 de la Provincia de Alicante. Su jurisdicción comprende los municipios de Guardamar del Segura, Rojales, los Montesinos, Benijófar, San Miguel de Salinas y Torrevieja.
Las Salinas
La historia de Torrevieja está ligada a la de las salinas, las cuales durante siglos pasados reportaban muchos beneficios a la Corona. El Rey podía conceder gracias y favores a sus aliados como donación a perpetuidad, aunque con la prohibición absoluta de que éstos las cediesen a particulares. Las salinas de La Mata y Torrevieja eran consideradas como Cotos Reales, pertenecientes tradicionalmente a la Corona.
El 11 de enero de 1273, un Privilegio de Alfonso X autoriza a todos aquellos que estén avecindados en la Ciudad de Orihuela el tomar sal para su consumo de las salinas mayores que están en su término, es decir, de las salinas de Torrevieja. Cuarenta y ocho años más tarde, en 1321, es el Infante D. Sancho, hijo de Alfonso XI, el que concede a perpetuidad las Salinas de Torrevieja al Concejo de Orihuela, con excepción de las de La Mata. La donación prohibía la venta de dichas salinas, el empeño o cambio de las mismas y castigaba económicamente a todo aquél que osara ir contra esta donación teniendo que resarcir al Concejo de todos los daños que por esta razón sufriera.
A mediados del siglo XIV las salinas de La Mata, que continuaban siendo prerrogativa regia, son prometidas por Pedro I, monarca castellano, a sus aliados genoveses a cambio de ayuda naval contra Aragón. En 1364 Pedro IV el Ceremonioso, agradeciendo al Concejo de Orihuela la defensa de la villa como aliada de la Corona de Aragón y su nombramiento como señor de la misma, le otorga diversos privilegios como la incorporación de Orihuela a la Corona de Aragón, la exención de pago de 15.000 libras de renta y donación a perpetuidad de las salinas de La Mata.
1389-1759 La laguna de Torrevieja como proyecto de piscifactoría.
Durante la Edad Media las salinas de la Mata fueron, junto con las de Ibiza, los dos centros de producción de sal más importantes de la Corona de Aragón. La preponderancia de estas contrastaba con la producción de la laguna de Torrevieja, a todas luces inferior con respecto a la demanda. El arrendamiento, que era la forma de explotación de las salinas, se efectuaba como es natural en relación con la producción que de ellas se podía extraer.
Las salinas de Torrevieja, debido a su insuficiencia, crearon un desinterés en los arrendadores de tal forma que el Concejo de Orihuela decidió convertirla en albufera de pesca. Para ello pidió permiso al monarca Juan I, autorizándose por las Cortes de Monzón la construcción de un canal de comunicación entre el mar y la laguna; un acequión por donde entraría la aportación de agua para el desarrollo de los peces. Sin embargo, el proyecto de convertir la laguna salinera en albufera fueron todo inconvenientes.
En 1500 se corta la comunicación con el mar debido a los desperfectos sufridos por los fuertes levantes, teniendo Orihuela que hacerse cargo de la reparación, no consiguiendo un arrendamiento por 25 años a cambio de la reconstrucción del canal. La obra concluyó en 1509 sufragada por la Ciudad. Una vez más, el mantenimiento de la albufera, resultó muy costoso. Por otro lado, las salinas de la Mata por debajo de su nivel, resultaban perjudicadas y, lo que es más importante, el alto nivel de salinidad impedía la vida animal.
En 1758 la laguna se había desecado completamente. En el acta del 11 de octubre se expresa la orden de la Corona de poner de nuevo al corriente la albufera, contestándole la ciudad que no tiene caudales para el coste de las obras y mantenimiento y que por tanto se le exima de la obligación. El Estado acepta una reversión de la laguna, hecho que se hizo efectivo por Real Orden de 12 de julio de 1759. La posibilidad de aumentar la producción de sal hizo que el Estado ensayara las primeras extracciones, lo que daría como resultado el comienzo de la preponderancia salinera de la laguna de Torrevieja en el siglo XVIII.
La explotación y administración de la renta de la sal en las salinas de La Mata.
La laguna de La Mata estaba enteramente empleada en la extracción de sal, siendo ésta monopolio de la Corona y arrendándose su explotación a particulares. El abastecimiento del Reino era prioritario, exportándose el excedente por Guardamar, Alicante y Santa Pola. Como consecuencia de este sistema de arrendamiento, la extracción del producto estaba vetada a los vecinos.
Hasta el siglo XV los arrendadores eran gentes de poblaciones cercanas Orihuela, Guardamar y Alicante; en 1465 la Corona las arrienda a Luis de Santángel, mercader de Valencia, y posteriormente por Privilegio Real a sus herederos Luis y Jaume Santángel. Los arrendadores del derecho de la sal del Reino de Valencia tenían el arriendo por un periodo de tres años. Más tarde, a finales del siglo XIV se estableció por cuatro años prorrogables por otras cuatro.
El sistema de extracción seguido, consistía simplemente en esperar la evaporación de las aguas de la laguna, circunstancia que ocurría en primavera y verano. Las orillas quedaban cuajadas de costras de sal que eran arrancadas con hachas y otros instrumentos rudimentarios para luego ser transportadas por caballerías a través de unos senderos llamados caminales, que se encuentran dentro de la propia laguna.
El embarque de la sal se realizaba en el embarcadero de la torre de las salinas, donde además de la sal para el Reino de Valencia, se embarcaba también para el Reino de Galicia y el extranjero, llegándose a un activo comercio vía marítima con Italia. Ha de señalarse que en La Mata comenzó a crearse un núcleo de población sobre la base de los trabajadores de los pueblos vecinos dedicados a las faenas de la sal, empleados en salinas y torreros. El hecho se demuestra por la construcción de la parroquia en 1772.
Comienza la extracción en la laguna de Torrevieja. Sus consecuencias.
Los primeros embarques se producían por la Torre Vieja por ser el punto más cercano a las salinas y el que mejores condiciones ofrecía para el atraque de los buques. Desde que comienzan los embarques en el nuevo muelle de la Torre Vieja, Orihuela ve cumplida una vieja aspiración, tener puerto para sus exportaciones, privilegio que perdió en el siglo XVII cuando las Cortes del Reino de Valencia ordenaron el comercio marítimo por el puerto de Alicante.
Con motivo de los trabajos de extracción y embarque de sal, se levantan las primeras casas. La población comienza a ir en aumento y se nutre el aporte poblacional fundamentalmente del Campo de Salinas, Guardamar, Rojales y Campo de Cartagena. La explotación de sal actúa como detonante para el desarrollo demográfico y económico.
En 1777 se da permiso a un comerciante para que pusiera una tienda de comestibles con el fin de facilitar a los habitantes la adquisición de alimentos más baratos que en Guardamar, siendo el mismo año en el que se decreta la separación de Orihuela. Mientras tanto, la sal de la Mata se sigue embarcando por la Torre de las Salinas, donde en 1792 se comienza a construir un nuevo embarcadero en un sitio llamado "las peñetas". Con el aumento de población, en 1789 se construye la primera ermita con vicario propio y sufragada por el erario Real.
En 1803, Carlos IV aprueba el plano de la población y le da el nombre de Torrevieja. Para el servicio se estableció por cuenta de la Hacienda un escribano de rentas, un médico y un maestro de primeras letras. La sal de la nueva salina fue muy bien recibida por los extranjeros pareciéndoles más fuerte por ser más oscura que la de La Mata, pero más barata, puesto que ya pueden cargar directamente desde el embarcadero de la Rada de Torrevieja.
El procedimiento de extracción era la evaporación de la laguna, se marcaban unas zonas, las calzadas donde se apilaba la sal recolectada únicamente de las orillas.
Las Eras de la Sal
El conjunto de las Eras de la Sal lo constituyen dos muelles; el del oeste construido en 1776 junto con el depósito de sales, el del este en 1829, y una parcela contigua que constituía el depósito de sal. Hasta finales de 1958 su finalidad fue el almacenaje y carga de sal. Como consecuencia de la transformación industrial en las salinas, con la construcción del muelle de sal o Dique de Poniente, se abandonaron las instalaciones, procediéndose al derribo del viejo cargadero de madera construido sobre el muelle del este y el levantamiento de la línea ferroviaria del ferrocarril salinero.
Tras el terremoto de 1829, la era y el muelle resultaron seriamente dañados. Posteriormente, tras ser reconstruido tres años más tarde y debido a un temporal, volvieron a ser dañados, llevándose a cabo una segunda reparación. Al caer en desuso las instalaciones fueron requeridas por el municipio sin éxito.
Historia del Municipio
El Ayuntamiento de Torrevieja. Inicio y primeros años de historia.
En el año 1803 se aprobó el plano de la nueva población dándole en nombre de Torrevieja. Por cuenta de la Real Hacienda se construyeron oficinas, un depósito para el despacho de sales, muelle para embarque, un ermita para el culto divino con dotación de un sacerdote y un sacristán, se construyó un horno y se estableció una tienda de comestibles para el servicio público; se dotó de un escribano de rentas, médico y de la instrucción primaria. La tienda fue arrendada a Antonio Blasco Menor, vecino de Guardamar, por cuenta y autorización de la Real Hacienda en el año 1777.
Parece ser que por la simple instalación de una tienda en tierra de realengo hubo problemas a la hora de las competencias, queriendo la ciudad de Orihuela prevalecer frente a la Real Hacienda. Como dato anecdótico podemos ver que el material que se vendía en esta tienda-panadería-taberna y la relación de precios da idea del mercado que existía en ese momento, por ejemplo, el queso de Flandes, vuelve a indicar una vez más, el trasiego marítimo que existía en el último cuarto del siglo XVIII.
En 1810 nos encontramos con un documento que supone una solicitud en forma para la obtención de un Ayuntamiento y Justicia que denota una continua necesidad de ordenar la vida cotidiana de la localidad. Hecho que era llevado a cabo por los distintos administradores de las salinas y, en definitiva, por el Gobierno central a través de la Real Hacienda. La población, cada vez más suplica de una u otra forma la creación de un Ayuntamiento con independencia de la orden central.
El 2 de julio de 1830 se forma el primer ayuntamiento, siendo Rey de España, Fernando VII, el acuerdo de la Real Audiencia de Valencia, como "Oficiales Públicos del Lugar de Torrevieja" y remitiendo el expediente al Administrador de las salinas. En el acta capitular existe diligencia de juramento y posesión en fecha 12 de julio de 1830 y, fueron convocados en la casa-morada del "Contador de las Reales Salinas, en defecto de Casa Consistorial" el mismo día para realizar el primer pleno llegándose a los siguientes acuerdos, el saneamiento de abastos, la formación de un padrón de vecinos, la constitución de la Casa Consistorial y la junta de sanidad.
Evolución histórica de Torrevieja
Cuando se trata de hablar de Torrevieja ha de hacerse referencia al terremoto del 21 de marzo de 1829, caben destacarse los catastróficos efectos del citado seísmo. José Agustín Larramendi realizo el plano de reconstrucción de la ciudad con la configuración característica de moda durante el siglo pasado: calles trazadas en damero, perfectamente particulares y paralelas, formando manzanas de viviendas rigurosamente cuadradas y perpendiculares. Es preciso observar que no aparece ninguna indicación ni nombre alguno de calle.
Se trata de un plano mudo en el que podemos saber la denominación de las calles por numerosas referencias contenidas en los acuerdos de las actas plenarias del Ayuntamiento correspondientes a los años inmediatamente posteriores. Si los primeros años se caracterizaron por la apremiante necesidad de hacer frente a la reconstrucción, los años cuarenta suponen un afianzamiento. Ello se refleja en el considerable aumento de la documentación municipal que, en lo concerniente al callejero, ve aparecer padrones de habitantes, referencias a denominaciones de calles, aumento de las obras públicas, formación de calzadas, etc.
FUENTE:LA VEGA ONLINE - VEGA BAJA
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